27 febrero 2020: Wisdom, un flamenco jerezano equipado con un GPS, vive en libertad en las Salinas Santa María: Zoobotánico Jerez - Página oficial

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WISDOM, UN FLAMENCO JEREZANO EQUIPADO CON UN GPS, VIVE EN LIBERTAD EN LAS SALINAS DE SANTA MARÍA

No pintaba muy bien la cosa para Wisdom aquél caluroso día de junio en el que vino al mundo en el barrio de Santiago, en Jerez. Su padre, “Terremoto” había sufrido un accidente en Espera, que le había dejado lisiado de por vida y su madre, “Pantoja”, tenía una deformación de nacimiento que le impedía hacer vida normal. A pesar de ello, ambos habían logrado llevar una vida digna en Jerez, donde se habían conocido y habían creado su nidito de amor, en el que Wisdom vería la luz.   
Sus alados padres no habrían tenido ninguna posibilidad de vivir en la naturaleza con sus lesiones, pero tuvieron una segunda oportunidad en el Zoobotánico de Jerez, ubicado justo en un barrio famoso por ser la cuna del flamenco…   En el Zoobotánico, un nutrido bando de rosados flamencos da la bienvenida al público nada más atravesar sus puertas. Comparten un pasado común, pues todos ellos son aves lisiadas que en su día ingresaron en el centro de recuperación del zoo o, en otros centros de rescate de fauna que posteriormente los cedieron al parque. Algunos tuvieron problemas durante el desarrollo y fueron rescatados por los técnicos del zoo durante las campañas de anillamiento, que cada año tienen lugar en la malagueña laguna de Fuentedepiedra, su principal núcleo de cría en España. Pero la mayoría sufrieron accidentes debidos, casi siempre a la mano del hombre, como choques con tendidos eléctricos o incluso disparos, a pesar de ser una especie protegida. En el Zoobotánico no sólo tienen una vida digna, sino que han llegado a reproducirse en varias ocasiones. Al vivir en una instalación a cielo abierto, los pollos pueden abandonarla volando cuando lo deseen, dejando a sus cuidadores la angustiosa duda de si lograrán sobrevivir por sí mismos y, llevar una vida normal en la naturaleza, tan desconocida e inhóspita para ellos.

EL GPS

Por ese motivo, la pasada temporada de cría nos propusimos equipar a alguno de los pollos con un dispositivo GPS, que nos permitiera seguir sus evoluciones una vez abandonaran el zoo. Gracias a la colaboración de la Fundación Jaime González Gordon, pudimos adquirir esta novedosa tecnología para fijarla al dorso del animal con un arnés. Su peso -sólo 20 gramos- no les supone ninguna molestia una vez se han acostumbrado a llevarlo.
“Wisdom” fue bautizado con este nombre en honor a su espónsor,  Jaime González Gordon, persona muy cercana a la firma Wisdom & Warter, que a su vez debe su nombre a sus fundadores, dos bodegueros ingleses afincados en Jerez en el S XIX.
Su compañero “Warter” abandonó la instalación del zoo antes de que pudiéramos equiparle con el GPS, pero “Wisdom” fue el más remolón de su añada y el último de los siete pollos nacidos la pasada temporada de cría en abandonar el Zoo. El miércoles 5 de febrero, un repentino cambio de tiempo con fuertes ráfagas de viento le animó a decidirse y, algunos testigos,  pudieron llegar a verlo elevándose torpemente sobre el parque jerezano. Esa misma tarde se recibieron localizaciones de su GPS en las afueras de Jerez, pero con las últimas luces acabó en el tejado de una gran bodega,precisamente “Las Copas”,que curiosamente pertenece a una firma muy ligada igualmente a Jaime González Gordon, cuya  Fundación impulsó  la iniciativa  de la que hablamos , que se ha puesto en marcha y es supervisada por el Zoobotánico. Sus localizaciones, repetidas en el mismo punto durante toda la noche, hicieron temer lo peor, pensando que había pagado cara su inexperiencia y, que una ráfaga de viento lo había hecho chocar con el tejado, pero a la mañana siguiente la señal empezó a desplazarse en dirección a la costa. A tan sólo 7 kms del zoo, Wisdom vino a dar con una de las salinas de El Puerto de Santa María en las que se llegan a concentrar cientos de flamencos. Pronto se integró en uno de sus grupos y empezó a alimentarse con ellos, como tuvimos ocasión de comprobar in situ cuando fuimos a buscarlo al lugar donde nos indicaba su transmisor. Su comportamiento durante estos días nos ha permitido salir de dudas sobre su capacidad de adaptación al medio natural y esperamos poder seguir con entusiasmo sus avatares en los próximos meses.

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