Los flamencos se sincronizan para la reproducción y realizan un baile como cortejo con el que se estimulan unos miembros de la colonia a otros para comenzar a reproducirse a la vez. Incluso, cuando los pollos alcanzan cierto tamaño llegan a formar guarderías en las que unos pocos adultos cuidan de todos los pollos, por eso es importante que tengan una edad similar. Nuestro equipo, en el caso de los flamencos, no extrae sus huevos para meterlos en incubadoras porque es una especie muy sensible a las molestias y por ello, prefiere dejar que los padres actúen de forma natural. Cuando los pollos alcancen el tamaño adecuado serán anillados y a uno de ellos, se le colocará un GPS donado por la Fundación Jaime González Gordon, como ya ocurriera el año pasado con nuestro querido Wisdom, que sigue disfrutando de su libertad, en las salinas de Cetina, en Puerto Real. De esta manera, podremos comprobar sus movimientos y asegurarnos de que son capaces de adaptarse perfectamente a la vida en libertad.