¿QUIÉN ES PANTELEY Y CÓMO ES SU VIDA EN LIBERTAD?
Panteley fue liberado en 2018 en los montes Ródope (Bulgaria) en el marco de un proyecto LIFE de reintroducción de esta especie en los Balcanes. Tras un periodo de tiempo en el que ha recorrido diversos paises de la zona (Bulgaria, Macedonia, Albania y Grecia) en Diciembre se asentó en la isla de Creta, lugar donde ha pasado la mayor parte del invierno. El ejemplar nacido en Jerez llegó a Bulgaria acompañado de tres alimoches más procedentes de Rusia. Los cuatro iniciaron la migración en fechas diferentes. Los otros tres cruzaron hacia África y llegaron a Chad, Sudán y Etiopía, mientras que Panteley se dirigió el 18 de septiembre hacia el Peloponeso y, tras pasar un tiempo vagando por Grecia, cruzó a la isla de Creta.
El alimoche es una especie de buitre presente en la península ibérica y que tiene hábitos migratorios: migra hacia el sur para invernar en la zona subsahariana y regresa cada primavera a criar en los lugares donde nacieron. Si bien ésta ha sido la tendencia observada hasta ahora, cada vez son más los alimoches que invernan en zonas próximas a los lugares de cría en la cuenca Mediterránea. Panteley parece responder a este patrón al haber elegido la isla de Creta para pasar el invierno en lugar de migrar hacia África.
Esta suelta se enmarca en un proyecto LIFE Green Balkans, financiado por la UE, cuyo objetivo es el reforzamiento de la población presente en los Balcanes en donde se encuentra amenazada.
El marcaje de los ejemplares liberados con radioemisores aporta una información muy valiosa sobre sus desplazamientos y costumbres. Los movimientos experimentados por Panteley pueden ser consultados por cualquier persona a través del enlace: http://www.lifeneophron.eu/#transmitters. En esta web aparece un mapa en cuya esquina superior derecha aparecen dos pestañas desplegables. En la primera se puede seleccionar el periodo de consulta y en la segunda, el ejemplar en cuestión, en este caso, Panteley.
El Zoobotánico de Jerez contribuye a la conservación de las especies con la suelta de ejemplares nacidos en cautividad en el marco de proyectos científicos avalados por instituciones de reconocido prestigio.
La principal aportación de los zoos a la conservación de la biodiversidad en la actualidad se da a través de la participación en programas de cría en cautividad de especies amenazadas. Estos programas están coordinados internacionalmente entre todas las instituciones zoológicas participantes y en Europa reciben la denominación de EEPs.
En la provincia de Cádiz hay actualmente 13 parejas de las 23 que quedan en toda Andalucía. En Montes de Propio el último ejemplar murió hace cinco años estando a la espera de que vuelvan a poblarlo en un futuro no muy lejano.
Esta suelta se enmarca en un proyecto LIFE Green Balkans, financiado por la UE, cuyo objetivo es el reforzamiento de la población presente en los Balcanes en donde se encuentra amenazada.
El marcaje de los ejemplares liberados con radioemisores aporta una información muy valiosa sobre sus desplazamientos y costumbres. Los movimientos experimentados por Panteley pueden ser consultados por cualquier persona a través del enlace: http://www.lifeneophron.eu/#transmitters. En esta web aparece un mapa en cuya esquina superior derecha aparecen dos pestañas desplegables. En la primera se puede seleccionar el periodo de consulta y en la segunda, el ejemplar en cuestión, en este caso, Panteley.
El Zoobotánico de Jerez contribuye a la conservación de las especies con la suelta de ejemplares nacidos en cautividad en el marco de proyectos científicos avalados por instituciones de reconocido prestigio.
La principal aportación de los zoos a la conservación de la biodiversidad en la actualidad se da a través de la participación en programas de cría en cautividad de especies amenazadas. Estos programas están coordinados internacionalmente entre todas las instituciones zoológicas participantes y en Europa reciben la denominación de EEPs.
En la provincia de Cádiz hay actualmente 13 parejas de las 23 que quedan en toda Andalucía. En Montes de Propio el último ejemplar murió hace cinco años estando a la espera de que vuelvan a poblarlo en un futuro no muy lejano.