
ÉXITO DE LA SUELTA DE ESPÁTULAS CRIADAS PREVIAMENTE EN EL ZOO

En la década de los noventa la situación que atravesaba aconsejó la puesta en marcha de un plan de conservación por parte de la Junta de Andalucía. Este plan incluía una serie de actuaciones de conservación en el medio natural, el seguimiento, el anillamiento y el chequeo. Entre estas la más destacada fue la recuperación de los huevos y su traslado a las instalaciones del Zoobotánico de Jerez para la crianza artificial y posterior liberación de los ejemplares criados en su medio natural. Los huevos se metieron en incubadoras y los que nacieron fueron alimentados a mano hasta alcanzar las siete semanas. Además en este proceso se puso en marcha un aspecto novedoso el empleo de “padres adoptivos” humanos en la crianza artificial. Técnica de crianza a mano iniciada en el Zoobotánico que hoy en día está totalmente consolidada y ha sido utilizada, con pequeñas modificaciones, en acciones similares. Así ha ocurrido con otras especies de aves como las avocetas, aguilucho cenizo, pagaza piconegra, malvasía cabeciblanca, y moritos, sin olvidarnos del ibis eremita en el Proyecto Eremita.
En definitiva, satisfacción en los equipos técnicos que trabajan en estos proyectos que han visto que después de la recuperación de los huevos, y la cría a mano, en este caso, de espátulas, criadas en cautividad y a continuación liberadas, lo resultados que se presentan, después de los continuos seguimientos, que la adaptación a las condiciones naturales de los ejemplares han sido muy buena, tanto durante los movimientos migratorios, como en la invernada en la costa occidental africana y en la reproducción de diversas colonias del sur de la península ibérica. Todo un éxito de este programa de conservación.