El pasado 10 de enero, casi 11 años después, Saliega, volvió al Zoobotánico de Jerez, su etapa como ejemplar reproductor del Programa de cría del lince ibérico ha finalizado), y vuelve a la que fue su casa para seguir aportando a la conservación de su especie, esta vez ayudando a la concienciación y sensibilización del gran público en aras de la conservación del monte mediterráneo y de las especies que en él habitan.     Desde su instalación de exhibición en este parque zoológico, y junto a los ejemplares Jub y Esperanza, Saliega comienza una nueva etapa que podrá ser a disfrutada por los visitantes al parque a partir del próximo día 30 de enero. En la actualidad se encuentra adaptándose a sus nuevos compañeros, a las instalaciones y su nueva vida. Con el acto de presentación se cierran los actos organizados por el parque en conmemoración de su 60 Aniversario. Los ejemplares exhibidos en el Zoobotánico han sido cedidos temporalmente por la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía en el marco del programa de educación ambiental que desarrolla el Zoobotánico.

    Es muy importante estos días de adaptación para Saliega, que hasta el momento esta respondiendo muy bien por lo que a partir del día 30 todos nuestros visitantes podrán disfrutarla. La presencia de tres linces ibéricos en el Zoo de Jerez es consecuencia de un gran esfuerzo de todo el equipo y, de todos los que han trabajado desde que se pusiera en marcha el Plan de Cría hasta el día de hoy. Los objetivos generales del Plan de Cría son establecer un stock de linces en cautividad capaz de automantenerse y de producir animales idóneos para la reintroducción, con el doble propósito de asegurar la supervivencia de la especie a la vez que de proporcionar animales aptos para reforzar las poblaciones silvestres, incrementar su variabilidad genética o recrear poblaciones extintas. 

    Saliega llegó por primera vez al Zoo el 17 de abril de 2002 con apenas 764 gramos de peso procedente de la población de lince ibérico de Sierra Morena para pasar a formar parte del Programa de Conservación Ex-situ de esta especie. Nadie podía imaginar en aquél momento que ese pequeño animal de menos de un kilo y que ingresaba con una pequeña lesión en una de sus patas delanteras, fuera a aportar tanto conocimiento a la conservación de una especie.