Una operación exitosa: Zoobotánico Jerez - Página oficial

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UNA OPERACIÓN EXITOSA

Hoy conoceremos la historia de nuestra hembra de capuchino llorón (Cebus nigrivittatus)

 

Tras una arriesgada operación, nuestra protagonista, volvió a vivir feliz con su grupo, incluso volvió a ocupar su lugar como jefa del mismo, que perdió durante su ceguera. En el grupo de capuchinos todo era normal y tranquilo dentro de lo juguetones que son siempre, pero una hembra se encontraba cada vez más triste y sin relacionarse con sus congéneres. Andaba tocándolo todo con sus manitas y sus movimientos eran lentos e inseguros. Al ver que no mejoraba, los veterinarios del Zoo la capturaron para hacerle una revisión ya que no podía alimentarse ni hacer una vida normal con sus congéneres. Fue necesario tenerla aislada y darle de comer a mano. Los veterinarios informaron que se le detectó, después de una exploración, cataratas en ambos ojos, que limitaban la visión casi completamente. El origen parecía estar en la edad del animal que rebasaba con creces los 30 años. Tras la realización de los estudios previos oportunos y la participación del oftalmólogo Ramón Ruiz Mesa, (Centro Integral Ocular de Jerez), el veterinario especialista en oftalmología, Fernando Sanz y los veterinarios del Zoo, se realizó la intervención.

La operación se llevó a cabo el sábado, 17 de Marzo de 2007, en la clínica Ávila del Puerto de Santa María. Fue un poco complicada dado el tamaño tan pequeño de los ojos y por tener que realizar, al mismo tiempo, el procedimiento quirúrgico en ambos, además de las complicaciones anestésicas de un animal de edad avanzada. Tras el tratamiento postoperatorio, complicado dado la naturaleza inquieta del animal (que no se mantenía quieto en completo reposo, como lo podría hacer un ser humano), poco a poco fue adquiriendo la visión. A la vez, fue recuperando el carácter normal y su comportamiento juguetón.  La operación pudo definirse como un rotundo éxito y la calidad de vida de este animal mejoró muchísimo. Unos días después se pudo integrar de nuevo en el grupo, comiendo sola. Así los cuidadores ya no necesitaban alimentarla a mano cada día, como hicieron durante meses. Vivió feliz durante varios años aún siendo tan mayor. Nuestro agradecimiento siempre a los especialistas que generosamente han ayudado a mejorar la calidad de vida de los animales que viven en el Zoo.

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