BUBA, UNA ESTRELLA Y UNA LEYENDA
Os presentamos su verdadera historia
Corrieron los rumores que el nombre de 'Buba' pasó de elefante en elefante y que por el Zoo de Jerez pasó más de uno, pero que se le ponía el mismo nombre para que los niños no pensaran en el trágico desenlace de la anterior. No obstante, estos son falsos. La elefante Buba llegó al Zoológico, el 11 de marzo de 1988, procedente del Parque Nacional de Etosha en Namibia (África). Los elefantes necesitan mucho espacio para vivir, así que en la reserva donde vivían, debían de hacer una caza selectiva y de esta forma quitar a 14 crías. En nuestro parque tuvimos noticias de ello y, José Miguel Cantos, director en esos años, se propuso salvar a una de las crías. Desde Lisboa se repartieron los ejemplares por toda Europa, y entre ellos, estaba Buba.
El proyecto no fue fácil y hubo que pedir ayuda a muchas empresas de Jerez, que se sumaron al sueño y, colaboraron para traer al parque, por primera vez en su historia, a un “elefante africano”. Nada mas llegar los niños le pusieron nombre, a través de un concurso. “BUBA”, fue el elegido. Entre las muchas anécdotas vividas en el proceso, destacó el acto de generosidad de la niña Helga Manzano, que rompió su hucha para ayudar a que Buba viniera. Todos hemos disfrutado y aprendido con ella, vivió con nosotros más de 25 años, pero se hizo mayor y le llegó la hora de ser madre. Ese fue el motivo por el que se trasladó a Hungría, donde se unió a un grupo reproductor, siguiendo las directrices del coordinador de la especie. La idea es, que en un futuro cuando se pueda abordar la construcción de una instalación para un grupo de elefantes, nuestra elefanta, vuelva al Zoo. En el viaje a Hungría, Buba estuvo acompañada, en todo momento, por un cuidador del Zoo, Juan Caballero, que hizo con ella un largo viaje y no volvió hasta dejarla instalada y bien atendida. Buba por ser la más longeva del grupo (35 años), es la líder de la pequeña manada en Sóstó Zoo, Hungría.
