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Identificación, morfología y variaciones

El Camaleón común es un reptil de tamaño medio ya que la longitud corporal de los adultos, medida desde el hocico hasta la cloaca, alcanza entre 85 y 160 mm. Presenta hábitos arborícolas, reproducción ovípara y dieta insectívora. Taxonómicamente, pertenece al Orden Squamata, suborden Sauria y está emparentado directamente con las iguanas ya que ambos taxones pertenecen al infraorden Iguania. La F. Chamaeleonidae está compuesta por 85 especies aproximadamente, pertenecientes a dos géneros, G. Brookesia (también llamados camaleones pigmeos) y al G. Chamaeleo. Existe cierta controversia con respecto a su clasificación taxonómica por lo que el número de géneros y también el de especies, puede variar según la fuente consultada.

Distribución geográfica

Distribución mundial.- Especie de distribución circummediterránea. Está presente en la mayoría de los países del norte de África, Oriente Medio (Palestina, Líbano, Siria), la península arábiga, Grecia continental, Turquía, sur de la península Ibérica y en diversas islas del mar Egeo, Malta y Sicilia. Distribución Ibérica. - En la Península Ibérica se presenta en las provincias de Huelva, Cádiz, Málaga, Granada y Almería (España) y Faro (Portugal). También está presente en Ceuta y Melilla. En Andalucía, el área ocupada por la especie es de 444 km2 (cf. Mellado et al. 2001) distribuidos de la siguiente manera: Huelva (27), Cádiz (74), Málaga (321), Granada (10) y Almería (12). Con excepción de la provincia de Málaga, ocupa una estrecha franja litoral fuertemente fragmentada. A continuación, describimos en detalle su área de distribución. En Andalucía occidental se distribuye en la franja costera que va desde Ayamonte a Mazagón (Huelva) y desde Sanlúcar de Barrameda a Chiclana de la Frontera (Cádiz). En Huelva, su área de distribución está muy fragmentada debido, en parte, a la presencia de barreras naturales. En Cádiz aparecen algunas poblaciones más al interior y concretamente, en los alrededores de Jerez de la Frontera y otra muy aislada en Caños de Meca. Es de destacar aquí su presencia en diversas instalaciones militares como son La Forestal, Punta Candor y la Base Aeronaval (todos ellos en Rota), el destacamento de la Sierra de San Cristobal (Puerto de Santa María) y el Real Instituto y Observatorio de la Armada, Polvorín, Tercio de la Armada y Camposoto (estos últimos en San Fernando). En Andalucía oriental se distribuye de forma casi continua desde Benalmádena (Málaga) hasta Almuñécar (en Granada) adentrándose hacia el interior en la comarca de la Axarquía. En Almería se presenta en dos poblaciones localizadas en las proximidades de la capital (Barranco de la Bayana) y en la Sierra de Cabrero (Carboneras). Otras poblaciones.- Si bien cada año aparecen camaleones en lugares muy alejados de su área de distribución natural como son Badajoz, Madrid, Barcelona o León, éstos proceden posiblemente de traslocaciones realizadas por particulares. En otros casos, la suelta continuada en un determinado lugar puede haber favorecido la creación de nuevas poblaciones. Este parece ser el caso en las poblaciones que se registran en la isla de Saltés (Huelva), el Parque Natural Acantilados de Maro-Cerrogordo (Málaga) o en Bornos (Cadiz). Sin embargo, se tiene constancia de la aparición de nuevas poblaciones en diversas localidades como Puebla del Río (Sevilla), Norte de la provincia de Huelva, Sierra de Cádiz, Estepona (Málaga), Cartagena (Murcia) o El Rocío (Huelva). El futuro de estas poblaciones es incierto y su estatus deberá ser confirmado en prospecciones futuras.

Estado de conservación, hábitat y densidad

A nivel nacional, la especie está catalogada como Casi amenazada (NT). A nivel local, la especie debe catalogarse como vulnerable en las provincias de Cádiz y Huelva. Entre los factores de amenaza destaca la desaparición de sus hábitats debido a los cambios en el uso del terreno y muy especialmente, su urbanización. Otros factores de amenaza son la muerte de ejemplares por atropello en las carreteras, la predación por animales domésticos, la persecución humana y el tráfico ilegal. Habitat. Andalucía occidental.- La especie utiliza dos tipos de hábitats. En primer lugar, la especie está presente en pinares costeros de pino piñonero (Pinus pinea) con abundante retama blanca (Retama monosperma) como sotobosque. En muchos casos, el pinar ha desaparecido dando paso a retamares donde ésta es la especie predominante y donde el Camaleón común es abundante. Ejemplos de estos hábitats aún persisten en algunas poblaciones de Rota, Puerto de Santa María, Puerto Real, Barrio Jarana o San Fernando. En segundo lugar, el Camaleón común aparece en parcelas con huertos unifamiliares de las comarcas de Sanlúcar de Barrameda, Rota, Chipiona, Chiclana o la Barrosa. En muchos casos, estos huertos han sido transformados en zonas residenciales o segundas residencias aunque mantienen los mismos usos del suelo y afectan más bien poco a su conservación. En estos hábitats, la presencia de setos barrera contra el viento y lindes formadas por cipreses Cupressus spp, tuyas, transparentes Myoporum tenuifolius, chumberas Opuntia, cañas Arundo donax, Acacia etc.) constituyen auténticos refugios para la especie. Andalucía oriental.- En esta zona, las poblaciones costeras presentan una distribución muy esporádica. Aquí, la especie encuentra refugio tan sólo en las huertas, invernaderos, cultivos abandonados, jardines de urbanizaciones y en áreas marginales. Sin embargo, los camaleones presentes en la comarca agrícola de la Axarquía (Málaga) se presentan frecuentemente en los cultivos leñosos de secano (especialmente almendros, olivos y viñas) y de regadío (aguacate, chirimoyo etc.) así como las huertas presentes en las ramblas y arroyos temporales. En Almuñécar, la única población exitente se encuentra en una plantación abandonada de chirimoyos, aguacates y algarrobos (Ceratonia siliqua). En Almería, las dos poblaciones que existen se encuentran en las proximidades de la capital y en concreto, en los barrancos de La Bayana y el Palmer ambas localizadas en la carretera que va a Aguadulce. La vegetación de la zona está compuesta por tomillares (Siderito leucanthae, Thymus hyemalis) y espartales (Lapiedro martinezii, Stipa tenacissima) junto a pequeñas manchas de pinos piñoneros en el fondo de los barrancos de la zona. El segundo núcleo almeriense se sitúa en la Sierra de Cabrera, dentro del término municipal de Carboneras. Aquí, la vegetación dominante está compuesta por romero (Rosmarinus officinalis) y tomillares (Siderito leucanthae, Thymus hyemalis). Densidad.- Las densidades registradas con el método de la parcela muestran notables diferencias entre localidades y periodos del año. Aunque se han llegado a registrar hasta 50 individuos por hectárea (Cuadrado 1999), densidades entre 10 y 25 camaleones/ha son más realistas (c.f. Mellado et al. 2001).

Ecología trófica

El Camaleón común es un reptil mayormente insectívoro si bien, no desprecia la captura de vertebrados tales como pollos de aves y otros reptiles de pequeño tamaño como salamanquesas (Tarentola mauritanica), lagartijas (Podarcis filfolensis, Acanthodactylus erythrurus, Psammodromus algirus, Psammodromus hispanicus) y otros artrópodos como arañas y escorpiones. Sin embargo, la mayor parte de la dieta está compuesta por insectos voladores de pequeño tamaño (alrededor de 5 mm) pertenecientes al Orden Diptera. La composición de la dieta muestra variaciones estacionales determinadas por la disponibilidad de los artrópodos.

Biología de la reproducción

El Camaleón común presenta una reproducción ovípara que ocurre durante un único ciclo reproductor al año, coincidiendo con los meses estivales. Cada año, la estación reproductora comienza con la formación de parejas e inicio de los cortejos. Este periodo abarca desde finales de julio a mediados de septiembre. El cortejo incluye dos pautas bien diferenciadas. En primer lugar, la exhibición (o display) del macho en lugares bien visibles y generalmente, muy próximo a la hembra. Para ello, el macho comprime su cuerpo lateralmente mostrando uno de sus flancos, se orienta perpendicularmente con respecto a la posición que ocupa la hembra e hincha sus pulmones. El macho suele enroscar la cola y exhibe una librea (o coloración específica) de 'macho en celo' caracterizada por un color verde oscuro intenso con manchas difusas de color negro. Este comportamiento está fuertemente ritualizado y dura poco tiempo (por lo general, un par de minutos). Con este comportamiento los machos tratan de aparentan un mayor tamaño corporal lo que posiblemente les confiere un mayor atractivo sexual durante el cortejo. Esta exhibición también se produce en los encuentros agresivos entre machos durante el periodo de celo. La librea de 'macho en celo' es mantenida durante la mayor parte del tiempo que el macho se encuentra emparejado si bien, durante el cortejo (y las peleas entre machos) esta coloración es mucho más intensa. El segundo componente del cortejo se caracteriza por el cuidado, vigilancia y persecución de la hembra. El macho persigue a la hembra en sus desplazamientos, sin perderla de vista y a veces, literalmente tras sus pasos, pudiendo recorrer juntos varias decenas de metros en un sólo día. A veces, el desplazamiento de las hembras se limita a un área muy concreta definiendo así un área de campeo determinada. En otros casos, los movimientos de la hembra (y del macho que la persigue) son más erráticos. El cuidado de la hembra tiene por objeto evitar el acoso, cortejo y cópula con otros machos. Si durante estos desplazamientos la pareja encuentra algún otro macho (emparejado o no) tiene lugar una pelea y si el vencedor resulta ser el intruso, éste comenzará inmediatamente el cortejo de la hembra. Resulta bien sencillo reconocer el perdedor de las peleas entre machos ya que éste adquiere una librea de sumisión caracterizada por un color corporal pardo-negruzco. La mayor parte de las hembras son cortejadas (y forman pareja) con al menos un macho durante el verano. Algunas hembras parecen ser sexualmente poco atractivas ya que no son cortejadas, no forman parejas y por tanto, permanecen ingrávidas al final del verano. Otras por el contrario, son cortejadas intensamente y custodiadas por diferentes machos durante toda la estación reproductora. En promedio, la fase de cortejo y emparejamiento dura aproximadamente dos semanas si bien, su duración parece estar relacionado con el tamaño de la hembra. Así, las hembras de mayor tamaño (generalmente de mayor edad) están emparejadas y son custodiadas por los machos durante un periodo de tiempo más largo que las de menor tamaño (generalmente más jóvenes). El macho emparejado intenta la cópula frecuentemente. Los intentos de cópula pueden ser rechazados por la hembra bien huyendo o bien, atacando al macho de forma activa. Las causas de este rechazo no están claras y pudiera ser que de esta forma las hembras eviten el apareamiento fuera de su periodo receptivo (algo muy común para la mayoría de los reptiles) o bien al contrario, muestren cierto grado de selección sexual por los machos que les resulten sexualmente atractivos. Las cópulas tienen lugar desde mediados de Agosto a mediados de Septiembre. Tras una aproximación rápida, el macho agarra fuertemente a la hembra con las patas anteriores (del lomo, rabo o de donde puede) y colocándose lateralmente a ella le introduce uno de sus hemipenes en la cloaca. Las cópulas duran por lo general de 2 a 3 minutos como máximo y se repiten varias veces durante el mismo día o bien al día siguiente. Las hembras se aparean por lo general con un sólo macho durante el verano si bien en algunos casos, se registra la cópula con más de un macho. Poco después de la cópula, las hembras presentan una nueva librea caracterizada por un cuerpo de color negro intenso con lunares amarillos y azulados que está relacionada con su gravidez. Poco tiempo después de la aparición de esta librea, las hembras rechazan a su pareja (a veces de forma muy violenta) y permanecen a partir de entonces solitarias. Si este macho o cualquier otro, intenta la cópula una vez que la hembra muestra esta librea, éste es rechazado violentamente. Muestra su rechazo de una forma muy particular. Las hembras, con las patas extendidas y separadas, balancean violentamente su cuerpo, mueven la cabeza en todas direcciones, abren la boca en actitud intimidatoria y emiten una especie de bufido al tiempo que exhiben la librea de gravidez en todo su esplendor. La puesta tiene lugar entre 34 y 40 días después de la cópula y se extiende desde mediados de Septiembre a finales de Octubre. Para ello, la hembra excava una galería de profundidad e inclinación variables y que depende de las características del terreno y sobre todo, de su humedad. Depositan allí de 4 a 40 huevos. Los huevos son elípticos, flexibles y de cáscara blanca. La hembra invierte aproximadamente dos días en excavar el nido, depositar los huevos y tapar todo adecuadamente. Si durante la construcción se hace de noche, la hembra permanece por lo general en el interior de la galería. Esto no siempre es así y a veces, la hembra puede abandonar la galería durante la noche para continuar con su excavación a la mañana siguiente. La distribución espacial de los nidos es contagiosa. De hecho y según las zonas, se pueden registrar hasta 6 puestas en un cuadrado de terreno de 5 m de lado. Los lugares de puesta suelen ser los mismos año tras año. A veces, hembras distintas utilizan la misma galería en años distintos. Esta fase es sin duda, la más crítica en la vida de las hembras. El esfuerzo físico es tremendo y de hecho, un elevado porcentaje de hembras mueren cada año en el intento. Las crías aparecen al verano siguiente (meses de Julio, Agosto y Septiembre) tras un periodo de incubación de casi un año. Estas alcanzan la madurez sexual durante el primer año de vida por lo que al verano siguiente podrán reproducirse y así, completar el ciclo.

Movimiento y uso del espacio

Partiendo de la base de que los camaleones están activos durante todo el ciclo anual, analizaremos este apartado durante dos periodos bien contrastados: el periodo no reproductor (de noviembre a junio) y el periodo reproductor (de julio a octubre). Periodo no reproductor.- Por lo general, los individuos adultos de ambos sexos realizan muy pocos desplazamientos durante este periodo. De esta forma, los mismos individuos son observados sistemáticamente en el mismo emplazamiento con tan sólo, pequeñas variaciones en altura, exposición etc. dependiendo de las condiciones atmosféricas y de insolación dominantes. Durante este periodo, utilizan especies vegetales arbóreas que les proporcionan gran cobertura (cipreses, transparentes, Casuarina etc.) y rara vez se alejan de éstas. A diferencia del periodo reproductor, pueden coexistir ejemplares de distinto tamaño y sexo en áreas muy reducidas, sin muestras aparentes de agresiones o comportamiento territorial. El mismo patrón se observa en las crías jóvenes durante los primeros meses de vida. Debido a su pequeño tamaño, éstas pueden utilizar otras especies vegetales (e.g. Retama blanca) como soporte. Periodo reproductor.- Los camaleones de ambos sexos y de todas las edades, realizan grandes desplazamientos durante este periodo si bien, éstos son más acusados en los machos y aún más, en los jóvenes. Durante el periodo de celo (de finales de Julio a mediados de septiembre), los machos no emparejados pueden desplazarse por zonas in apenas cobertura vegetal tales como descampados, zonas urbanas o carreteras. Es en este periodo cuando se registra una elevada mortandad por atropellos de vehículos y tal como cabría esperar, son los machos jóvenes quienes más la sufren. Por su parte, los machos emparejados persiguen a la hembra en todos sus desplazamientos y si ésta restringe sus movimientos a un área determinada, el macho defenderá un territorio bien definido. Si por el contrario, la hembra se desplaza de forma más o menos errática, el resultado será que el macho defenderá un área exclusiva alrededor de la hembra (a manera de paraguas) y que irá variando de acuerdo con el desplazamiento de ésta. Las hembras también sufren una elevada mortandad por atropello en carreteras durante sus desplazamientos si bien, ésta es más acusada durante el periodo de búsqueda del lugar de puesta.

Interacción con otras especies

Debido a su carácter arborícola, se observan pocas interacciones con otras especies. El camaleón captura otros vertebrados como salamanquesas (Tarentola mauritanica), lagartijas (Podarcis filfolensis, Acanthodactylus erythrurus, Psammodromus algirus, Psammodromus hispanicus). A su vez, muchas especies de reptiles (Malpolom monpessulanus, Elaphe scalaris), rapaces (e.g. cernícalos G. Falco) y las mascotas domésticas (especialmente gatos) los capturan como presas.

Enfermedades más frecuentes

Patologías más frecuentes observadas en camaleonesPor Miguel Ángel Quevedo y Mariano Cuadrado. Departamento técnico, ZooBotánico de Jerez.Las principales patologías encontradas en los animales silvestres de Camaleón común (Chamaeleo chamaeleon) atendidos en el C.R.A.S. (Centro de Recuperación de Animales Silvestres) del ZooBotánico de Jerez durante los últimos años han sido las siguientes (por orden decreciente de importancia): (1) Distocia o imposibilidad de realizar la puesta de huevos. Suele ocurrir en hembras jóvenes (de primer año), que por razones desconocidas, producen huevos de tamaño más grande al habitual y por tanto, son incapaces de pasar por el oviducto. Debido a esta retención de huevos el animal se debilita paulatinamente y finalmente, muere.(2) Debilidad en hembras (adultas y jóvenes) durante la época de puesta. En esta caso se trata de hembras gestantes que debido al esfuerzo de la reproducción (incluida la puesta) se debilitan y mueren.(3) Blefaritis. Es la inflamación de párpados afectando a uno o a ambos ojos. Los párpados se inflaman tanto que llegan a impedir la visión y por tanto son incapaces de alimentarse usando el la visión estereoscópica.(4) Presencia de endoparásitos. En especial coccidios, protozoos intestinales que afectan al sistema digestivo llegando a provocar enfermedad grave.

Parásitos

No se han observado parásitos externos. Por su parte, estudios recientes centrados en la hematología del camaleón (Cuadrado et al. 2002, 2003) han mostrado la carecncia de parásitos sanguíneos. De forma anecdótica, se ha observado la presencia de un protozoo hemoparásito del G. Hepatozoon en un ejemplar silvestre capturado en San Fernando (Cádiz) (cf. Molina-Prescott et al. 2001).

Bibliografía

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