HIEDRA
La hiedra permite al amante trepar en busca de su amada y, a veces… caerse.
Hay mucha literatura y muchas canciones sobre hiedra y amantes, como la jota navarra de la hiedra:
Quisiera, quisiera,
quisiera volverme hiedra,
y subir y subir
y subir por las paredes.
Y entrar en y entrar en
y entrar en tu habitación,
por ver el, por ver el,
por ver el dormir que tienes.
La hiedra puede tener muchos significados, por ejemplo: el deseo, el abrazo de los amantes y su amor recíproco; la flaqueza y la humildad, ya que siempre necesita un apoyo; cuando está seca, apartada y en la umbría, representa la tristeza del amado.
Aquí tienes otro poema que habla de la hiedra. Góngora escribe un romance sobre dos mujeres que acaban de enviudar: Alda y Belarma. Alda le dice a Belarma:
Hiedras verdes somos ambas,
a quien dejaron sin muros,
de la muerte y del amor
baterías e infortunios:
busquemos por do trepar,
que, a lo que de ambas presumo,
no nos faltarán en Francia
pared gruesa, tronco duro.