LOS CHIMPANCÉS Y SUS AVENTURAS
Os contamos dos casos ocurridos con chimpancés a lo largo de la historia del Zoo
Pancho, el chimpancé de la imagen, no fue el autor de los hechos que contamos a continuación, pero sirva su imagen para tener un cariñoso recuerdo para él. Criatura maravillosa que vivió con nosotros hace más de 30 años, incluso fue compañero de Lola, nuestra querida chimpancé, la última que nos dejó y madre adoptiva de Lulú.
Un chimpancé sale a pasear por el Zoo.
Un chimpancé adulto, que hacía poco que había llegado del Zoo de Barcelona, rompió la cerradura de su instalación y se escapó. Fue a las seis de la tarde de un domingo muy concurrido y como era muy grande, la gente que lo veía pensaba que era un gorila. El chimpancé pasó por el bar corriendo y agarró una silla, que se llevó a rastras. Así estuvo más de dos horas, hasta que al caer la tarde, en la zona de la patera, se le pudo disparar un dardo anestésico y volvió a su instalación sin que causara ningún tipo daño.
El chimpancé que desnudó a la pintora.
Una importante pintora, cuyo nombre no vamos a revelar, tenía permiso para pintar a un chimpancé adulto de cerca. Se le recomendó precaución pero lo olvidó y esto fue lo que pasó.
La artista colocó sus útiles de pintura cercanos al animal, que estaba atado a un árbol y comenzó a trabajar. Para observar la pintura se metió en los dominios del chimpancé. Ahí comenzó lo interesante porque de un rápido manotazo la dejó más desnuda que vestida. De hecho, destrozó su falda y blusa. El llanto de la señora era nervioso, siendo la mujer del capataz, que vivía cerca de allí, la que la sacó de la situación y la metió en su casa. Allí la recogieron y nunca más volvió al Zoo. Estas anécdotas las conocemos gracias a Pepe Bela, que durante los años que estuvo trabajando con nosotros recopiló miles de ellas y las dejó anotadas para la posterioridad. Una gran labor que siempre le agradeceremos.