Panteley nació en mayo de 2017 en nuestras instalaciones y, fue liberado en 2018 en los montes Ródope (Bulgaria), en el marco de un proyecto LIFE de reintroducción de esta especie en los Balcanes. El alimoche sigue viviendo en libertad y ha sobrevivido a otro invierno más, según comunican los responsables del proyecto. Ésta ha sido una alegre noticia para todos ya que este año su viaje ha sido mucho más arriesgado que el anterior. Ha volado al este de la República del Chad (África Central), expuesto a muchos peligros. A pesar de éstos, ha sobrevivido allí todo el invierno y cabe esperar, que muy pronto vuelva a Bulgaria, para lo que tendrá que hacer un viaje de más de 3.000 kilómetros, no exento de riesgos tales como los venenos, pesticidas y la distribución irregular de la carroña. Aunque se encuentre en su tercera primavera una vez vuelva, no estará listo para criar hasta su cuarta o quinta como pronto. Cabe recordar que su hermano Fer, que enviamos al año siguiente al mismo proyecto de reintroducción, no tuvo tanta suerte y murió la pasada Navidad, en su primera invernada en el sur de Turquía. Se desconocen las causas de su muerte, aunque se sospecha que fue por envenenamiento, uno de los mayores problemas a los que se enfrenta la especie.

Para Rubén Pérez, delegado del Zoobotánico, es muy importante la labor de conservación de especies que se lleva a cabo por parte del equipo. Destaca el trabajo en la conservación de esta especie con la suelta de ejemplares nacidos en cautividad en el marco de proyectos avalados por instituciones de reconocido prestigio. Además, recalca la principal aportación de los zoos a la conservación de la biodiversidad que en la actualidad se da en programas de cría en cautividad de especies amenazadas, para su posterior puesta en libertad, como es el caso del alimoche. Este trabajo ha obtenido y sigue obteniendo unos resultados excelentes. Para nosotros es un orgullo y una enorme satisfacción que sigamos aportando y consiguiendo logros tan importantes en este campo.

En nuestro Zoo han nacido una veintena de pollos y dos de ellos, fueron aportados a un proyecto de reintroducción en el sur de Italia, donde desgraciadamente no sobrevivieron. Sin embargo, otros dos, Panteley y Fer, se aportaron al proyecto de los Balcanes mencionado. En Panteley, que llegó a Bulgaria acompañado de otros tres alimoches procedentes de Rusia, se tiene gran esperanza por parte del equipo del parque jerezano.