4 Agosto 2008: Los más pequeños disfrutan en este época de la Escuela de Verano.: Zoobotánico Jerez - Página oficial

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LOS MÁS PEQUEÑOS DISFRUTAN CON LA INOLVIDABLE ESCUELA DE VERANO

    La Escuela de Verano es la oportunidad que el Zoobotánico ofrece a los niños desde hace varios años para conocer la vida diaria del Parque en primera persona. Los pequeños protagonistas, divididos en grupos de 5 a 8 años y de 8 a 13 años, viven el misterio del Zoo y se sienten privilegiados de poder disfrutar esta experiencia.
    Los padres inscriben a sus hijos para que aprendan divirtiéndose. Las actividades de la Escuela de Verano se reparten a lo largo de la semana dedicando cada día a una tarea:
- Primer día, Lunes: empieza con la presentación del grupo y con una vuelta al Parque. Se sigue con la explicación de los animales por uno de los monitores que atiende a los niños en un aula y les acompaña con otra monitora durante la actividad del día. Este primer día, dedicado al descubrimiento de los secretos del Zoo, se termina con una visita a la Clínica y a la Nursería. De esta forma los niños se dan cuenta de los aspectos más “íntimos” del Zoo y se sienten privilegiados por lo que harán en los días siguientes.
- Segundo día, Martes: se dedica a la limpieza e higiene de las instalaciones. Tras la explicación de un cuidador o del capataz, los niños aprenden como se limpia una instalación y entran en esta, acercándose a los animales y sintiéndose aún más privilegiados.
- Tercer día, Miércoles: es el día dedicado a la alimentación. Se prepara la comida de los animales junto a los cuidadores y otra vez los niños se sienten cerca de los animales dado que darán directamente de comer a los mismos, dependiendo de su peligrosidad.
- Cuarto día, Jueves: llamado “Día de los Jardines”, dedicado a la botánica. El Responsable de Educación da información a los niños sobre las plantas y les explica lo que irán haciendo durante el día.
- Quinto día, Viernes: es el último día de la Escuela de Verano, llamado “Día lúdico”. Se dedica al enriquecimiento de los animales. Esto puede consistir tanto en alterar las condiciones de las instalaciones como en introducir nuevos alimentos para que los animales se encuentren en una nueva situación. Además, el último día es el momento de la evaluación. A través de juegos, como el concurso de preguntas, se verifica lo que los niños han aprendido durante una semana, alcanzando así el objetivo educativo del Zoo.
Para finalizar la Escuela de Verano se les ofrece la posibilidad de hacer juegos de agua con los aspersores y despedirse del Zoo recorriéndolo en el trenecito.
    Esta magnifica oportunidad ofrecida a los niños empieza el 30 de junio y termina en la primera semana de septiembre. Los alumnos de la Escuela aprovechan al máximo el tiempo que permanecen en el Zoo ya que cuando no están realizando actividades exteriores se encuentran realizando talleres con el material didáctico recibido.         El día que más les gusta a los niños es el de la alimentación. Éste empieza con la acogida de los niños, que escriben sobre la actividad que hicieron el día anterior en el diario cotidiano –los más pequeños lo dibujan- esperando a sus compañeros que todavía no han llegado. Cuando el grupo está completo, pasan al Aula de Educación, donde un monitor les explica cómo se prepara la comida y la manera que se les da de comer a los animales, de ahí que los niños se convierten en expertos y, bajo la supervisión de los cuidadores, pasan a la acción; se desplazan fuera del almacén vistiéndose de cocineros y empiezan a cortar fruta para preparar polos. Después de un descanso de media hora, llevan los polos al congelador, donde permanecerán hasta el día siguiente cuando se podrán repartir en las instalaciones. Durante el día del reparto de los alimentos existe una atracción aún mayor, o sea el “Día de los lémures”. Este día es una experiencia única porque los alumnos de la Escuela de Verano dan la comida a los lémures directamente en la mano, tras haber aprendido que no se tratan de animales peligrosos. 
    En conclusión, podemos decir que la Escuela de Verano permite a los más pequeños conocer de más cerca la vida salvaje y respetarla, formando conciencia hacia la naturaleza en un contexto de diversión y actividades.
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